Viajamos en silencio. Nadie se gira a mirarnos. La multitud se aparta a nuestro paso y mira a cualquier lado, menos a nosotros. Pasamos a su lado. En el mundo de la vigilia, de los vivos, nos movemos como una brisa fresca. La gente tiembla, desvía la mirada, murmura.
"Como si alguien caminara sobre mi tumba", dice un hombre.
¿Por qué temen las tierras sin Sol? Tan natural es morir como nacer. Pero le temen. Les aterroriza. Intentan aplacarla. No la aman. Tu vida es tuya. También tu muerte. ¿Olvido? Me temo que no figura entre las opciones...